

Lutero vio este tráfico de indulgencias no solo como un abuso de poder,
sino como una mentira, que, no teniendo base en las Escrituras, podría
confundir a la gente y llevarla a confiar solamente en la mentira de las
indulgencias, dejando de lado la
confesión y el
arrepentimiento verdadero.
Lutero predicó tres sermones contra las indulgencias en
1516 y
1517. Pero su enojo siguió creciendo y, según la tradición, el
31 de octubre de
1517 fueron clavadas las
95 tesis en la puerta de la Iglesia del Palacio de
Wittenberg como una invitación abierta a debatirlas. Las tesis condenaban la
avaricia y el
paganismo
en la Iglesia como un abuso, y pedían una disputa teológica en lo que
las indulgencias podían dar. Sin embargo, en sus tesis no cuestionaba
directamente la autoridad del
Papa para conceder indulgencias.
Las 95 tesis de
Martín Lutero
fueron traducidas rápidamente al alemán y ampliamente copiadas e
impresas. Al cabo de dos semanas se habían difundido por toda Alemania
y, pasados dos meses, por toda
Europa. Este fue uno de los primeros casos de la Historia en los que la
imprenta tuvo un papel importante, pues facilitaba una distribución más sencilla y amplia de cualquier documento.
Cuando Lutero tradujo la Biblia al idioma alemán, la mayoría de la
sociedad era analfabeta. La Iglesia tenía el control del conocimiento,
sus miembros eran estudiosos y educados, en contraste con la sociedad
analfabeta que adquiría sus conocimientos a través de la transmisión
oral, la memorización y la repetición de los textos bíblicos. Lutero
hizo posible el acceso al conocimiento, la información y la educación,
desmitificando la Biblia con el fin de lograr la búsqueda de la verdad.
Lutero facilitó la propagación del protestantismo, siendo la primera
persona que imprimió un libro, - la Biblia alemana - la cual tradujo de
un manuscrito sagrado a la lengua materna de esa nación. De esta forma
le restó el poder a la Iglesia católica romana sobre el pueblo alemán, y
precursó la reforma protestante, que ocurrió gracias a la impresión de
la Biblia que Lutero había traducido. La intención de Lutero era que el
pueblo tuviera acceso directo a la fuente sin la necesidad de
intermediarios, haciendo posible la interpretación libre de los textos
sagrados y la erradicación del analfabetismo en la sociedad alemana. La
traducción de la
Biblia la inició durante su estadía en el castillo de
Wartburg en
1521.
Estando escrita ésta en latín medieval,
Lutero la tradujo al griego
para posteriormente hacerlo al idioma alemán, con la ayuda de
diccionarios en griego, latín, hebreo y alemán. Éste deseaba traducirla
del griego al alemán, con la intención de revelar las escrituras con
exactitud. Inicialmente sólo incluyó el
Nuevo Testamento,
ya que los textos originales del Antiguo Testamento no estaban escritos
en latín o en griego. El Antiguo Testamento estaba escrito en
caldeo-arameo (idioma que carece de vocales en el sistema escrito;
compuesto por letras consonantes) y solamente los rabinos conocían qué
letras se escribían.
Lutero utilizó una edición griega del Nuevo
Testamento que originalmente fue escrita en griego por
Erasmo, texto que más tarde fue llamado
Textus Receptus.
Durante el proceso de traducción, Lutero visitó pueblos y mercados
cercanos con la intención de investigar el dialecto común de la lengua
alemana. Escuchaba a las personas hablar, para así poder transcribir en
lenguaje coloquial. La traducción se publicó en septiembre de
1522,
lo que causó gran conmoción en la iglesia católica romana. Lutero le
dedicó la Biblia alemana a Federico El Sabio, a quien estimaba
grandemente.